El artículo «Color correction for tone mapping» de Mantiuk, Radoslaw; Tomaszewska, A; Heidrich, W, publicado en 2009, aborda las complejidades y desafíos involucrados en la corrección del color durante la aplicación de algoritmos de mapeo de tonos. Los algoritmos de mapeo de tonos son utilizados para ajustar la luminancia de una imagen de alto rango dinámico (HDR) a una gama de luminosidad más manejable adecuada para dispositivos de visualización, pero a menudo provocan distorsiones en la apariencia del color.
El trabajo inicia con la observación de que las manipulaciones comunes de tono, como la compresión de luminancia, pueden causar que los tonos oscuros se vuelvan más brillantes y alterar las relaciones de contraste, lo que conlleva a una saturación excesiva o insuficiente del color. Para resolver este problema, muchos algoritmos de mapeo de tonos incluyen una etapa ad-hoc de desaturación de color, la cual mejora los resultados pero no garantiza la preservación de la apariencia original del color y requiere ajustes manuales para cada imagen .
Los autores proponen cuantificar y modelar la corrección de la saturación del color que se necesita tras el mapeo de tonos sin depender de modelos preexistentes de apariencia del color. Realizan un estudio subjetivo para medir la corrección de color necesaria que equilibre la apariencia original de la imagen sin modificar el contraste, encontrando que la relación entre la compresión del contraste y la corrección de la saturación es compleja y no lineal. Para brindar una solución práctica, diseñan fórmulas de corrección de color que pueden adaptarse a distintos operadores de mapeo de tonos globales y locales .
El artículo también explora la aplicabilidad de modelos de apariencia del color como CIELAB y CIECAM02, demostrando que estos modelos no pueden explicar completamente los datos experimentales. Los autores desarrollan dos fórmulas principales para la corrección del color: una que preserva la luminancia y otra que no lo hace, proporcionando opciones según se desee priorizar la preservación del tono o de la luminancia en la imagen corregida .
Asimismo, los autores realizan otro experimento para evaluar la corrección del color en el espacio CIELAB, encontrando que para pequeñas modificaciones de contraste la corrección es prácticamente innecesaria, mientras que para compresiones de contraste fuerte es necesario desaturar los colores. Sin embargo, aplicando esta corrección en escenas de alto rango dinámico se encontró que la elección del punto blanco de referencia es crucial para obtener resultados precisos, por lo que sugieren que la corrección del color en el espacio CIELAB actualmente es viable solo para escenas de bajo rango dinámico debido a las dificultades en la estimación exacta del blanco de referencia .
Finalmente, el artículo proporciona ejemplos y pruebas de cómo las fórmulas propuestas para la corrección del color pueden integrarse en operadores de mapeo de tonos tanto globales como locales, mostrando que estas fórmulas son capaces de preservar los colores originales de una imagen incluso después de una manipulación significativa del contraste . Los autores concluyen que la relación entre el contraste global de una imagen y su colorido percibido es compleja y que, aunque los modelos de apariencia del color actuales no explican completamente la necesidad de corrección de color, las fórmulas propuestas ofrecen una solución práctica para la aplicación en el mapeo de tonos.
