La inteligencia artificial generativa (IAG), particularmente en su capacidad para generar contenidos originales como imágenes, ha revolucionado varios campos, incluyendo el arte. Estas herramientas, como DALLE, Stable Diffusion y Midjourney, han sido objeto de un gran debate desde su introducción en 2021 y 2022, especialmente en cuanto a su capacidad de sustituir a los creadores humanos y la ética de sus métodos de entrenamiento .
Capacidad Creativa de la IAG
La IAG es capaz de crear imágenes mediante la generación de patrones a partir de vastas cantidades de datos. Estas herramientas utilizan un modelo de aprendizaje profundo conocido como Transformer, específicamente el modelo CLIP (Contrastive LanguageImage Pretraining), que vincula imágenes y textos de descripción, permitiendo una coherencia entre los dos elementos . Herramientas como Stable Diffusion utilizan el proceso de difusión para transformar ruido en imágenes coherentes y detalladas, respondiendo a comandos textuales de usuario (prompts), lo que resulta en contenido original y visualmente impactante .
Comparación con la Creatividad Humana
Una de las grandes críticas y preocupaciones sobre la IAG es su comparación con la creatividad humana. La mente humana no busca solo correlacionar información sino crear explicaciones. Las IAG, aunque avanzadas, carecen de intencionalidad, voluntad y conciencia, características que son intrínsecas a la creatividad humana . No obstante, los principios básicos por los que operan las IAG — copia, transformación, combinación y azar — son, curiosamente, similares a los procesos creativos humanos .
Plagio y Propiedad Intelectual
Un tema candente es la legalidad y ética de las imágenes usadas para entrenar estos modelos. Los algoritmos de IAG a menudo son entrenados con imágenes protegidas por derechos de autor sin el permiso explícito de los propietarios, lo que ha generado acusaciones de plagio y robo . En algunos casos, como el del proyecto LAION, se utilizan bases de datos bajo licencias de uso libre (Creative Commons), pero esto no elimina completamente las complejidades legales y éticas .
La IAG en el Contexto del Arte
La creación artística con IAG plantea preguntas fundamentales sobre lo que constituye arte. Por ejemplo, la técnica del prompt es esencial para generar imágenes con estas herramientas, lo que lleva a la pregunta de si la creación de un prompt puede considerarse un acto artístico . Aunque estas imágenes pueden tener una apariencia formal que recuerda al arte, no son arte per se; son representaciones de ideas en términos simbólicos, y la intención artística sigue siendo fundamentalmente humana.
Referencias y Apropiación
En el mundo del arte, las referencias y las apropiaciones son comunes. La IAG también sigue este enfoque, utilizando elementos visuales y estilos preexistentes para generar nuevas imágenes . Sin embargo, a diferencia del plagio, que requiere intención y dolo para suplantar la autoría, las IAG carecen de estas cualidades, lo que plantea una nueva categoría de simulacros que no buscan engañar, sino crear a partir de patrones preexistentes .
Conclusión
La IAG representa un avance tecnológico significativo que podría transformar el campo creativo. Aunque no puede replicar completamente la intencionalidad y experiencia humana, es una extensión poderosa que, usada éticamente, tiene el potencial de enriquecer el proceso creativo. Sin embargo, la discusión sobre los derechos de autor, la creatividad y la autenticidad sigue vigente y es crucial para entender completamente el impacto y las implicaciones de esta tecnología emergente .
Resumen del artículo: Pereira-Uzal, J.M. y García-Morales, L., (2024). La Inteligencia Artificial guiando al pueblo. ASRI. Arte y Sociedad. Revista de investigación en Arte y Humanidades Digitales., (25), 17-30.