David R. Spielman’s artículo, «The ANSI PH3.49-1971 Specification And the Myth of the 18% Light Meter Calibration», examina y desmitifica la creencia común de que los fotómetros de luz están calibrados para leer y reproducir correctamente la densidad de una tarjeta gris del 18%. Este mito ha sido sostenido y propagado por diversos educadores y profesionales de la fotografía, pero Spielman argumenta que no tiene fundamento en las especificaciones reales de calibración de los medidores de luz.
El estándar ANSI PH3.49-1971, oficialmente titulado «General Purpose Photographic Exposure Meters (Photoelectric Type) – Guide to Product Specification», busca establecer una guía para el desarrollo, fabricación y prueba de medidores de exposición fotoeléctricos. Sin embargo, no cubre el control automático o semiautomático de la exposición utilizada en las cámaras. Según Spielman, el estándar recalca que los fotómetros de luz reflejada deben calibrarse en referencia a un área de luminancia uniforme conocida, mientras que los fotómetros de luz incidente deben calibrarse en referencia a una fuente puntual de luz de intensidad luminosa conocida.
En su análisis, Spielman encuentra que el mito de la tarjeta gris del 18% no es respaldado por las especificaciones del estándar ANSI. Explica que, en realidad, los medidores de luz están calibrados para reflejar aproximadamente un 12% a 13% de gris, con un margen de error aceptable del 1% al 2%. Este porcentaje no tiene una base teórica robusta y parece ser una generalización derivada de la reflectancia media de una escena exterior en latitudes medias a mitad de año.
Spielman también aborda por qué Kodak proporciona instrucciones detalladas sobre cómo sostener una tarjeta gris del 18%. Al sostenerla en un ángulo determinado, se reduce su reflectancia aparente a alrededor del 12%, confirmando la proporción calibrada por los fabricantes de los medidores de luz.
En términos técnicos, el artículo de Spielman descompone varias fórmulas y cálculos de calibración del estándar. Discute las constantes de calibración específicas para los medidores de luz reflejada (constante K) y los medidores de luz incidente (constante C), mostrando cómo se combinan estas ecuaciones para ilustrar la relación entre luz reflejada e incidente.
Un cálculo ejemplar con un receptor plano arroja un valor medio de K igual a 15.1 cd/m² y un valor medio de C de 400 Lumen/m², resultando en una proporción de aproximadamente 11.8%, lo que apoya la conclusión de que la calibración ronda el 12% en lugar del 18%. Este resultado se corrobora con datos de dispositivos reales como el Minolta Flash Meter V, que proporcionan una proporción similar del 13.3%.
El artículo de Spielman, por lo tanto, no solo desmitifica una mala interpretación generalizada en el ámbito de la fotografía, sino que también proporciona una base empírica sólida y cálculos detallados que subrayan la importancia y precisión de la calibración de los medidores de luz conforme a las especificaciones ANSI.
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