Subjective sensation of color differences – determination of thresholds depending on color tones and resolution

El artículo «Subjective Sensation of Color Differences – Determination of Thresholds Depending on Color Tones and Resolution» de Brischke, Christian; Borcharding, Tanja; y Mengel, Uta, publicado el 1 de febrero de 2015, trata sobre la determinación de diferencias de color percibidas subjetivamente y los umbrales de detectabilidad según distintas tonalidades y resoluciones. Este estudio es relevante en campos como la reproducibilidad de medios impresos, acabados automotrices, tintes textiles, conservación de objetos artísticos, entre otros.

El estudio inicia señalando la dificultad de definir umbrales generales para la perceptibilidad de diferencias de color debido a diversos factores como la constitución del observador, las condiciones ambientales y las propiedades de la superficie del material. Este trabajo se propone definir niveles de tolerancia para cambios de color dependiendo de tonos específicos y sus combinaciones, así como la resolución de estos colores.

Para la investigación, se prepararon paneles de prueba coloreados con acrílicos en tonos específicos: negro, blanco, amarillo cadmio, verde, magenta y cian. Los tonos verdes se obtuvieron mezclando amarillo y cian en una proporción 1:1. Se generaron diferencias de color definidas (ΔE = 0-7) mezclando cada tono con su color complementario: magenta-verde, negro-blanco y cian-amarillo. En total, 30 personas evaluaron muestras pintadas con estas combinaciones de colores de forma monocromática y con patrones de rayas de distintas anchuras (145 mm a 18,1 mm).

Los sujetos evaluaron las diferencias de color en términos de «claramente visible», «ligeramente visible» o «no visible». Los resultados mostraron que la sensibilidad a las diferencias de color variaba notablemente según el tono y la resolución del patrón de rayas. Como era de esperar, las diferencias de color eran más fáciles de detectar en colores claros como el amarillo y el blanco y más difícil en tonos oscuros como el negro y el cian. Por ejemplo, un 83% de los sujetos podía percibir diferencias claras en tonos amarillos con un ΔE de tan solo 1, mientras que para el magenta y el verde se requería un ΔE de al menos 4 para que todos los sujetos percibieran una diferencia de color.

Además, la capacidad de detectar diferencias de color disminuía con la reducción del ancho de las rayas, lo que señala que la resolución afecta significativamente la percepción. Esta disminución en la detectabilidad se correlacionó con el aumento de la heterogeneidad de la superficie del panel de prueba. Los patrones de rayas estrechas de 36.3 mm inducían efectos de parpadeo según los sujetos, dificultando una evaluación clara.

Finalmente, el artículo resalta que, para obtener valores umbral de diferencias de color, se consideraron solo las diferencias «claramente visibles», ya que ofrecen un criterio más objetivo y minimizan el riesgo de interpretaciones erróneas. Los umbrales de diferencia de color definidos variaron considerablemente según el tono y la resolución del patrón de rayas, siendo la franja de ΔE establecida entre 0,2 a 6,4 dependiendo del color y resolución. En conclusión, para distintas tonalidades y resoluciones, se determinaron umbrales específicos de perceptibilidad que pueden ser útiles para aplicaciones prácticas en control de calidad, conservación y diseño arquitectónico.

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