Simulation of daylight for viewing and measuring color

El artículo «Simulation of daylight for viewing and measuring color» escrito por C. S. McCamy en diciembre de 1994, aborda la complejidad y precisión necesarias para la simulación de la luz natural diurna con fines de evaluación y medición del color. El autor traza una historia de los esfuerzos para caracterizar y estandarizar la luz diurna a lo largo del tiempo, destacando las innovaciones tecnológicas y los métodos científicos utilizados.

Desde principios del siglo XX, la necesidad de una luz diurna artificial para probar materiales fotográficos impulsó el desarrollo de filtros que modificaban la distribución de potencia espectral de diversas fuentes de luz para imitar la luz solar. Durante este período se crearon filtros de líquidos coloreados, gelatina teñida y vidrio azul, entre otros materiales, para lograr este objetivo. Un avance significativo fue el filtro Davis-Gibson, desarrollado en el National Bureau of Standards, que convertía la luz de tungsteno en distribuciones de Planck y luz diurna .

La Comisión Internacional de Iluminación (CIE) emprendió esfuerzos para estandarizar la luz diurna en 1931, resultado que derivó en la adopción de tres fuentes para colorimetría: la luz de una lámpara de tungsteno llena de gas (Fuente A), la misma lámpara con un filtro Davis-Gibson especificado (Fuente B) que representaba la luz solar directa, y otra lámpara con un filtro diferente (Fuente C) para la luz diurna promedio . Sin embargo, estas fuentes presentaron limitaciones cuando se popularizaron los tintes fluorescentes activados por UV para hacer más blancos los papeles y textiles, así como para producir colores brillantes .

McCamy explora las técnicas de evaluación de la calidad de simuladores de luz diurna, enfatizando la importancia no solo de la temperatura de color correlacionada sino también de la simulación precisa de la distribución de potencia espectral. A lo largo de la historia, se han empleado diferentes estrategias para asegurar que los objetos y los pares de objetos coincidan visualmente tanto bajo la simulación de luz diurna como bajo luz incandescente. El autor menciona el desarrollo de lámparas de xenón de alta presión y la introducción de fuentes de xenón pulsado para simular la luz diurna, enfatizando su efectividad en la reducción de errores espectrales y la precisión en la medición del color .

El artículo también analiza la evolución de los sistemas de filtros y la geometría de la iluminación en las cabinas de visualización, que se han sofisticado a lo largo de los años para incluir fuentes de luz combinadas y componentes de filtro avanzados que optimizan tanto la visibilidad del espectro ultravioleta como el visible. Además, menciona la creación de cabinas de visualización especializadas que simulan diferentes condiciones de luz, incluyendo el uso de «luz del horizonte» para pruebas de metamerismo .

Finalmente, McCamy resalta el impacto de estos avances en el campo de la industria y la ciencia del color, destacando cómo los estándares han evolucionado y las prácticas de medición se han refinado para cumplir con las exigencias de precisión en la evaluación del color en diferentes contextos. La integración de tecnologías como lámparas halógenas de tungsteno filtradas y lámparas fluorescentes miniatura ha avanzado la capacidad para simular con mayor fidelidad la luz diurna en instrumentos de medida modernos .

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