El artículo «Quantitative Assessment of Artificial Light Sources for the Best Fit to Standard Illuminant D65» de A. Berger y D. Strocka, publicado en febrero de 1973, propone un método cuantitativo para evaluar fuentes de luz artificiales en relación a su ajuste al estándar de iluminante D65. La necesidad de esta evaluación surgió cuando la Comisión Internacional de Iluminación (CIE) recomendó reemplazar el estándar iluminante C por fases del iluminante D, específicamente D65, para representar la luz media diurna. La distribución de irradiancia de D65 abarca desde 300 nm hasta 830 nm, necesaria para la colorimetría de muestras fluorescentes y no fluorescentes.
El método propuesto por Berger y Strocka utiliza el índice de metamerismo de varios pares de muestras metamericas para evaluar la correspondencia de la fuente de luz con D65 en el rango visible (300-700 nm), y la intensidad de fluorescencia de una muestra blanca en el rango ultravioleta para el mismo propósito. Esta evaluación es crucial para garantizar que la medición o el emparejamiento de colores bajo luz artificial reproduzcan lo que se vería a la luz del día .
El documento compara su método con criterios previamente publicados, destacando el estándar británico BS 950, que establece que las lámparas deben tener una cromaticidad dentro de un dodecágono en el diagrama de cromaticidad. Otros métodos discutidos, como el de Wyszecki, evalúan la desviación de la distribución de irradiancia respecto a D65 usando varios índices: la raíz cuadrada de la desviación media-cuadrática, la desviación media absoluta y un índice N ponderado usando el espacio de color uniforme CIE 1964 .
Berger y Strocka realizaron sus cálculos con cuatro fórmulas diferentes de diferencia de color para establecer el índice de metamerismo medio: Adams-Nickerson-Stultz (ANS), Friele-MacAdam-Chickering (FMC-II), CIE-UCS de 1964, y situaciones específicas como observadores estándar de 10° . Los resultados indicaron que algunas lámparas buenas según ANS no cumplieron con el criterio BS 950, y sugirieron que el índice de metamerismo ajustado puede ser una tolerancia razonable para una buena fuente de luz artificial .
La evaluación en el rango ultravioleta demostró ser independiente de la fórmula de diferencia de color y el observador, estableciendo que las muestras fluorescentes deben ser evaluadas adecuadamente para asegurar su adecuación bajo luz artificial. También se comprobó que la evaluación de la fluorescencia es una medida válida de la distribución de irradiancia ultravioleta de la fuente de luz .
El estudio concluye que el método propuesto proporciona datos significativos al comparar varias fuentes de luz artificiales y parece ser adecuado para su uso en normas de evaluación. La capacidad de correspondencia de una fuente de luz con el iluminante estándar D65 es fundamental para la colorimetría precisa y la reproducción del color bajo condiciones de iluminación artificial .