El artículo «Multispectral infrared reflectography to differentiate features in paintings» de Claudia Daffara y Raffaella Fontana, publicado en 2011, se centra en el uso de la reflectografía infrarroja multiespectral (SMIRR) como una herramienta avanzada para el diagnóstico de pinturas. La técnica tradicional de reflectografía infrarroja (IRR) ha sido ampliamente utilizada desde finales de los años 60 para el análisis no invasivo de pinturas, permitiendo la visualización de características subyacentes como dibujos preparatorios y retoques. Sin embargo, la IRR convencional se basa en imágenes de banda ancha, lo que limita su capacidad para diferenciar detalles en las capas pictóricas debido a la variada estratigrafía de las obras de arte y los cambios en la reflectancia de los pigmentos a lo largo de la región del infrarrojo cercano.
El trabajo de Daffara y Fontana presenta una evolución significativa de esta técnica mediante la implementación de una reflectografía multiespectral que captura imágenes en bandas estrechas del espectro infrarrojo cercano, específicamente en el rango de 800 a 2,500 nm. Este enfoque permite no solo la colección de datos espectrales y espaciales simultáneamente, sino también la posibilidad de procesar un cubo de datos de imagen mediante técnicas interplano para extraer información adicional sobre los materiales y técnicas utilizados por los artistas.
Los autores destacan varias ventajas de la reflectografía multiespectral sobre la técnica de banda ancha, tales como la mejora en la detección de características subterráneas en reflectogramas de banda estrecha. Esto se debe a que se puede seleccionar el rango de longitudes de onda más efectivo según el caso específico. Además, la capacidad de mapear pigmentos y materiales en la superficie de la pintura se ve significativamente mejorada.
El artículo proporciona ejemplos de aplicación de la técnica SMIRR en obras de artistas renombrados como Caravaggio, Veronese, Bronzino y Schiavone. En estos casos, la técnica permitió la visualización de dibujos preparatorios ocultos y pentimenti (cambios realizados por el artista durante la ejecución de la obra), así como la diferenciación de materiales de retoque y pérdidas en la capa de pintura.
El análisis de datos multiespectrales se lleva a cabo mediante el procesamiento conjunto de imágenes infrarrojas a través de métodos de sustracción y cociente entre pares de imágenes de longitud de onda única. Estos métodos generan nuevas imágenes en las que las diversas características de la pintura se resaltan y hacen posible la identificación de diferentes comportamientos reflectivos entre las capas pictóricas.
Una de las principales conclusiones del estudio es que la tecnología espectral, específicamente la reflectografía multiespectral, abre el camino a un enfoque más cuantitativo en el uso de la IRR, facilitando la recogida de información tanto espectral como espacial. Los resultados demuestran el potencial de esta técnica para el análisis detallado de pinturas, sugiriendo una mayor investigación y desarrollo en colaboración interdisciplinaria con especialistas en museos y conservación.
En resumen, el artículo de Daffara y Fontana señala que la reflectografía infrarroja multiespectral representa un avance significativo en el análisis y diagnóstico de pinturas, permitiendo una mejor diferenciación de las características subyacentes y los materiales empleados, lo que puede ayudar a preservar y restaurar obras de arte valiosas.
