«Measuring and Managing Digital Image Sharpening» escrito por Don Williams y Peter D. Burns en 2008, aborda cómo el manejo del detalle de la imagen digital influye en su calidad visual percibida. Con el auge de las colecciones de imágenes digitales, los autores destacan la importancia de capturar y manipular información visual que no era accesible con métodos fotográficos tradicionales. Sin embargo, estas ventajas traen consigo la necesidad de decisiones más complejas en cuanto a hardware, software de adquisición y prácticas de procesamiento, influenciando la calidad de las imágenes.
A diferencia del manejo del color, comúnmente comprendido en entornos de gestión de imágenes, la captura del detalle de la imagen recibe menos atención. Finalmente, la nitidez percibida se suele manipular durante la captura mediante procesos de afilado de la imagen digital. Para gestionar este afinado, los autores proponen un enfoque basado en la respuesta de frecuencia espacial (SFR), en línea con los estándares ISO existentes.
Los requisitos de calidad de la imagen se definen a menudo en términos del uso previsto del contenido digital. Para los consumidores, la calidad de una imagen se basa en la excelencia percibida del contenido visualizado o impreso. El artículo aborda dos aspectos básicos de la calidad de la imagen: la impresión subjetiva del espectador y los detalles técnicos necesarios para satisfacer sus necesidades. Los autores plantean que conseguir un buen rendimiento de imagen depende de la comprensión de las características importantes de la imagen y de las mediciones objetivas fiables.
El enfoque propuesto se asemeja al desarrollo de programas de gestión del color en el sentido de que la nitidez deseada se debe gestionar de manera activa y sistemática. Las actividades de afilado digital suelen ejecutarse durante la edición de imágenes, con opciones frecuentemente etiquetadas de forma ambigua, lo que lleva a una evaluación cualitativa y subjetiva, que puede generar resultados variables y confusión al comparar diferentes sistemas. Los autores sugieren que la gestión del afilado debería basarse en metrología estandarizada utilizando SFR, comparando las imágenes procesadas con objetivos SFR establecidos.
Inicialmente introducen el concepto de SFR, que es una curva que caracteriza cómo un sistema de imagen mantiene el contraste relativo de detalles espaciales crecientes. Emplean el análisis de borde inclinado para evaluar la resolución de las cámaras digitales, que ha demostrado ser útil en la captura y transferencia de detalles de contraste de la imagen. Este método permite identificar la resolución límite donde los detalles espaciales finos ya no son detectables.
La sección final del artículo enfatiza que, a diferencia de la resolución de muestreo, la nitidez percibida no garantiza una alta calidad visual general. El muestreo de imagen puede permitir niveles de detalle, pero no garantiza la captura de una resolución límite específica. Del mismo modo, una alta resolución de límite percibida no siempre resulta en una impresión general de alta nitidez. Por ende, es crucial enfocarse en la gama de frecuencias espaciales bajas a medias para medir y predecir la nitidez percibida.
En conclusión, el artículo enfatiza la necesidad de emplear protocolos estandarizados y herramientas de referencia para gestionar de manera efectiva las operaciones de afilado de imágenes en los flujos de trabajo de digitalización. Al entender y controlar adecuadamente las técnicas de afilado, se puede asegurar una calidad de imagen consistente y reducir la generación excesiva de artefactos, permitiendo una reproducción fiel de detalles importantes en el contenido visual.