El artículo «Edge-raggedness evaluation using slanted-edge analysis» de Peter D. Burns presenta una metodología para evaluar la irregularidad de bordes en imágenes impresas utilizando el análisis de bordes inclinados. Este enfoque se basa en el método ISO 12233, comúnmente utilizado para medir la respuesta de frecuencia espacial (SFR) en cámaras digitales y escáneres, que se enfoca en los rasgos de imagen de bordes inclinados. La técnica implica un análisis del gradiente de borde aplicado a una función estimada de propagación de borde, requiriendo la identificación automática de una característica de borde en una imagen digital de prueba.
El estudio se centra particularmente en la irregularidad del borde, una característica frecuentemente considerada en textos e imágenes impresas. Esta irregularidad, conocida también como perfil de borde tangencial (TEP), se mide evaluando las desviaciones espaciales de los límites de los bordes o líneas. Burns describe cómo el análisis de bordes inclinados puede adaptarse para evaluar rutinariamente la calidad de líneas y bordes.
La metodología se basa en localizar y analizar la característica de borde, seguida por la estimación del perfil de borde tangencial (TEP). Posteriormente, se estiman la desviación RMS y el espectro del borde. Durante la reproducción de bordes en imágenes, estos son susceptibles a varias fuentes de degradación; las desviaciones menores suelen aparecer borrosas en ciertos sistemas de impresión cuando hay errores de posición de alta frecuencia espaciada. Sin embargo, en sistemas como impresoras electrofotográficas e inyección de tinta, bajo ciertas condiciones, los bordes pueden parecer rugosos o irregulares. Engeldrum abordó esta continuidad de borrosidad a irregularidad en un modelo de imágenes formadas por puntos, mostrando cómo el tamaño y superposición de puntos influyen en la apariencia de los bordes.
El análisis de bordes inclinados se modificó para evaluar la calidad del borde, incluyendo un método alternativo para encontrar bordes, evitando la filtración derivativa y aplicando un umbral de borde más simple. Este método es más robusto para señales de baja relación señal-ruido, minimizando el sesgo introducido por fluctuaciones lejanas al borde.
Burns también propone un procedimiento para computar una medida de irregularidad ponderada por frecuencia, calculando el espectro de potencia del ruido y aplicando una función de sensibilidad al contraste visual (CSF). Este enfoque permite descomponer la varianza de las fluctuaciones del TEP según su relevancia visual, proporcionando una medida más precisa del ruido del borde ponderado visualmente en comparación con los métodos estándar que solo estiman la desviación RMS sin ponderación.
Finalmente, el artículo concluye que el análisis de bordes inclinados propuesto puede ser adoptado para evaluar la calidad de los bordes de manera rutinaria en impresiones y documentos, similar a su uso en cámaras digitales y escáneres. Este método no solo acomoda variaciones en la alineación impresión-escáner, sino que también permite obtener tanto el perfil de borde normal (para evaluar la nitidez) como el perfil de borde tangencial (para evaluar la irregularidad) desde el mismo rasgo test y con la misma herramienta de software.