El artículo «Diagnostic Accuracy and Image Quality Using a Digital Camera for Teledermatology», escrito por Elizabeth A. Krupinski y colaboradores en 1999, aborda la efectividad de la fotografía digital para diagnósticos dermatológicos y la compara con los diagnósticos presenciales. Este estudio se realizó con 308 pacientes referidos para consultas de especialidad en una clínica universitaria en Arizona, donde se realizó un examen presencial por dermatólogos certificados y se obtuvieron fotos digitales de las lesiones cutáneas de los pacientes, las cuales fueron evaluadas posteriormente como imágenes computarizadas por un panel de dermatólogos.
El estudio encontró una concordancia del 83% entre los diagnósticos presenciales y los diagnósticos basados en fotos digitales. La concordancia intradermatóloga promedió 84% y la interdermatóloga, 81%. La confianza en las decisiones se calificó de «muy definitiva» a «definitiva» en el 62% de los casos, y la concordancia con los resultados de biopsias se alcanzó en el 76% de los casos. La nitidez y calidad de color de las imágenes fueron valoradas como «buenas» o «excelentes» en 83% y 93% de los casos, respectivamente.
Los resultados del estudio sugieren que la fotografía digital para la teledermatología de tipo store-and-forward produce imágenes de alta calidad y tasas de concordancia diagnóstica comparables a las de los exámenes clínicos presenciales. Este hallazgo es significativo dado que, en muchos programas de telemedicina, la dermatología constituye más del 50% de todas las teleconsultas. A lo largo del artículo, se comparan diferentes tecnologías y estudios previos que han evaluado el uso de imágenes fijas y de video en dermatología, destacando la necesidad de métodos mejorados para obtener fotos fijas de alta calidad.
El proceso del estudio incluyó la toma de fotos digitales después de los exámenes clínicos utilizando una cámara digital Canon PowerShot600. Las fotos fueron transferidas a una computadora y organizadas en archivos individuales para cada caso, incluyendo una breve historia clínica del paciente. Dos meses después de los exámenes presenciales, los dermatólogos evaluaron las imágenes digitales presentadas en la computadora, proporcionando diagnósticos junto con un grado de confianza y evaluaciones de la calidad de la imagen.
Se observó que la nitidez y el color de las imágenes tuvieron una alta correlación positiva, mientras que las correlaciones entre la calidad de la imagen y la confianza o la concordancia diagnóstica fueron bajas. La mayoría de los casos fueron diagnosticados en menos de un minuto, sin una alta correlación entre el tiempo de visualización y las otras variables medidas.
El estudio también destacó la variabilidad inter e intradermatóloga en los diagnósticos, con niveles de acuerdo considerablemente altos entre los dermatólogos para las imágenes digitales comparadas con los resultados de biopsias. Esto subraya la capacidad de las imágenes digitales para proporcionar diagnósticos precisos en teledermatología, aunque la familiarización con la apariencia de las lesiones en imágenes digitales podría mejorar aún más la concordancia diagnóstica.
Finalmente, el artículo menciona que la teledermatología podría ser una herramienta útil para mejorar la satisfacción de los pacientes y llenar la brecha de atención médica en áreas desatendidas o donde no está disponible la atención especializada. Los hallazgos respaldan la viabilidad de la fotografía digital como un medio efectivo para la obtención de imágenes en teledermatología, ofreciendo una alternativa práctica y precisa a las consultas dermatológicas tradicionales.