El libro «Computational Image Quality» de Ruud Janssen, publicado por SPIE Press en 2001, trata de abordar desde una perspectiva integral la cuestión de la calidad de las imágenes, un tema crucial en la comunicación visual moderna. En la introducción, Janssen destaca cómo las imágenes se han convertido en un medio eficaz para la transmisión de información gracias a los avances tecnológicos en la captura, transferencia, almacenamiento y visualización de imágenes . Este desarrollo ha motivado la necesidad de entender cómo las decisiones de diseño influyen en la apariencia de las imágenes reproducidas, afectando así la percepción de su calidad.
Para estructurar el libro, Janssen comienza definiendo el concepto de calidad de imagen no como la mera visibilidad de distorsiones, sino como la adecuación de la imagen como entrada en el proceso de interacción visual humana. Aquí, la calidad se define en términos de la satisfacción de ciertos requisitos impuestos para garantizar el éxito del proceso de interacción .
El capítulo 2, titulado «Image Quality Semantics», se dedica a responder la pregunta «¿Qué es la calidad de imagen?» mediante una filosofía que introduce dos componentes clave: la utilidad y la naturalidad. La utilidad se refiere a la precisión de la representación interna de la imagen, mientras que la naturalidad se correlaciona con el grado de coincidencia entre la representación interna y las representaciones almacenadas en la memoria. Janssen utiliza dos series de experimentos para validar estos conceptos, demostrando la importancia de ambos factores en la percepción de calidad de la imagen .
En el capítulo 3, «Visual Metrics: Discriminative Power through Flexibility», se explora la cuantificación interna de los atributos del mundo exterior, considerando la visión como un proceso técnico en el que se miden y cuantifican atributos con el objetivo de discriminar e identificar objetos. Janssen argumenta que las métricas optimizadas para estas tareas deberían ser flexibles y explica que estas métricas muestran propiedades similares a fenómenos visuales como la adaptación y la constancia .
El capítulo 4, «Predicting the Usefulness and Naturalness of Colour Reproductions», busca implementar estos conceptos teóricos, desarrollando medidas para la utilidad basada en la discriminabilidad general de los elementos en la imagen, y para la naturalidad utilizando estándares de memoria para colores específicos como el césped, la piel y el cielo. Estos estándares se construyen a partir de áreas de césped, piel y cielo de un amplio set de imágenes .
Finalmente, en el capítulo 5, «Image Quality Revisited», Janssen revisita los conceptos introducidos en el segundo capítulo, completando el recorrido desde la semántica de la calidad de imagen hasta el desarrollo de algoritmos que predicen la utilidad, naturalidad y calidad general de las imágenes. De esta manera, se proporciona una descripción completa y explícita de la calidad de la imagen, siguiendo la filosofía de los cuatro puntos delineados en el prólogo del libro .
En resumen, «Computational Image Quality» ofrece un enfoque innovador para entender y evaluar la calidad de las imágenes, considerando tanto los atributos perceptuales como los procesos visuo-cognitivos implicados en la interacción humana con ellas. Esta obra no solo profundiza en conceptos teóricos, sino que también presenta métodos prácticos para medir y predecir la calidad de las imágenes, abordando así una cuestión fundamental en la era de la comunicación visual.