El artículo «Color scales in simulated daylight» de David L. Macadam, publicado en 1981, aborda la uniformidad de las escalas de color desarrolladas por el Comité de Escalas de Color Uniformes (UCS) de la Optical Society of America (OSA) bajo diferentes condiciones de iluminación diurna simulada. La premisa central del estudio es verificar si las diferencias de color entre colores vecinos en las tarjetas de colores de la OSA permanecen uniformes cuando se observan bajo diferentes iluminantes y observadores recomendados por la Comisión Internacional de Iluminación (CIE).
El autor inicia explicando que las especificaciones de producción de las tarjetas de color de la OSA fueron basadas en el iluminante CIE D65, que representa la luz diurna estándar con una temperatura de color de 6500 K. El objetivo de estas especificaciones era garantizar que las diferencias de color entre colores vecinos fueran perceptualmente uniformes, independientemente de variaciones razonables en la calidad de la iluminación, ya sea esta natural o artificial.
Para probar la uniformidad perceptual, Macadam llevó a cabo cálculos de diferencias de color bajo tres condiciones de iluminación y observación: el iluminante C con el observador CIE de 1931, y una fuente de luz fluorescente «diurna» con el observador CIE de 1931 y el de 1964. A pesar de las diferentes especificaciones colorimétricas de las tarjetas bajo estas combinaciones iluminación-observador, las diferencias de color calculadas usando la fórmula del comité de UCS resultaron ser, dentro de las tolerancias de producción, esencialmente las mismas.
En su análisis, el autor discute las coordenadas cromáticas y factores de luminancia Y de las especificaciones de producción y de su propio conjunto de colores reales. También menciona que cualquier desviación observada en estas coordenadas es atribuible a imperfecciones en la preparación de las tarjetas de color, que están dentro de las tolerancias de producción y son comparables a la varianza experimental de los datos subyacentes del comité.
La conclusión principal del artículo es que las escalas de color de la OSA-UCS mantienen su uniformidad perceptual tanto bajo luz natural (D65) como bajo luz artificial (ya sea luz de tungsteno filtrada o luz de lámpara fluorescente). Se demostró que esta uniformidad se mantiene para todos los observadores normales y para campos visuales pequeños y grandes, lo cual es un hallazgo significativo para aplicaciones prácticas donde la iluminación puede variar considerablemente.
Macadam también señala que las diferencias de color calculadas entre los observadores CIE de 1931 y 1964, aunque significativamente distintas, no necesariamente reflejan diferencias perceptuales reales debido a las diferencias en los sistemas de coordenadas utilizados para especificar a ambos observadores. Esta diferencia se considera un artefacto de los métodos de especificación CIE más que una verdadera discrepancia en la percepción del color.
En resumen, el trabajo de Macadam confirma que las escalas de color uniformes de la OSA proporcionan una percepción consistente de diferencias de color bajo varias condiciones de iluminación diurna, lo que valida la robustez del diseño y especificación de estas escalas para usos diversos en la investigación y aplicaciones prácticas de la colorimetría.