En un esfuerzo por preservar su patrimonio cultural frente a la amenaza existencial del cambio climático, el gobierno de Tuvalu ha lanzado una iniciativa para digitalizar su territorio y cultura en el metaverso. Esta medida surge en respuesta a los alarmantes pronósticos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que predice que el incremento del nivel del mar podría hacer que las islas de Tuvalu sean inhabitables antes de 2100. Con solo 15 km² de superficie y una altitud máxima de 4.5 metros, las opciones tradicionales de reubicación no son factibles, lo que ha llevado al gobierno a adoptar esta innovadora solución tecnológica.
La empresa de consultoría y tecnología Accenture ha sido contratada para desarrollar un modelo virtual de Tuvalu, empezando por el islote Te Afualiku, identificado como el primero en ser sumergido. Mediante el uso de imágenes de alta resolución, drones y software de desarrollo de videojuegos, se busca crear una representación realista y digna del archipiélago. Este esfuerzo no solo se trata de conservar elementos físicos sino también de aprovechar la realidad virtual para mantener viva la cultura tuvaluana, incluso si sus habitantes son desplazados de sus tierras ancestrales.
Este enfoque también resalta la necesidad de estrategias cuidadosamente diseñadas para proteger el patrimonio cultural en el contexto del cambio climático. La documentación digital de sitios culturales, campañas en redes sociales y el uso del metaverso pueden desempeñar roles cruciales en la concienciación y preservación culturales. Además, involucrar a las comunidades locales es esencial tanto para identificar los sitios de mayor importancia como para liderar proyectos de protección basados en el conocimiento local.
Los riesgos del cambio climático para el patrimonio cultural son amplios, desde la erosión y aumento de salinidad hasta la destrucción física por fenómenos climáticos extremos. Si no se abordan estos desafíos, las pérdidas culturales podrían tener profundas repercusiones psicológicas y sociales, agravando aún más los problemas globales relacionados con la seguridad alimentaria y del agua, la economía y la estabilidad geopolítica.
Tuvalu se posiciona así como un pionero en la adopción de soluciones digitales para la preservación cultural, con la esperanza de que tales esfuerzos garanticen que, incluso si sus islas desaparecen, la esencia de su patrimonio cultural sobreviva en el mundo virtual. Este proyecto no solo subraya la urgencia de combinar conocimientos científicos y culturales en las políticas de mitigación climática, sino también de incorporar soluciones innovadoras que puedan ser un modelo a seguir para otras naciones vulnerables.
