La preservación del patrimonio cultural ha cobrado notable relevancia con el uso de nuevas tecnologías digitales, principalmente el escaneo y modelado en tres dimensiones. En un contexto de conflictos bélicos y desastres naturales, la habilidad para digitalizar monumentos y sitios históricos no solo se ha convertido en una herramienta para especialistas y restauradores, sino también en un salvavidas para el legado cultural de la humanidad. Iniciativas recientes, como la respaldada por la UNESCO y el Escudo Azul Dinamarca, han demostrado la efectividad de estas estrategias en regiones afectadas por conflictos, como en Ucrania.
El proyecto «Backup Ukraine» es un destacado ejemplo de esta conciencia creciente. Con la participación de unos 6,000 voluntarios, se han conseguido registrar modelos 3D de diversos monumentos y sitios de importancia histórica en Ucrania, amenazados por la invasión militar de Rusia. El uso de la aplicación Polycam ha permitido la captura precisa de estos lugares, preservándolos digitalmente para futuras generaciones y posibilitando futuras restauraciones basadas en datos exactos.
No es un terreno nuevo para los gigantes de la tecnología alrededor del mundo. Google, por ejemplo, en colaboración con CyArk, ya había lanzado en 2018 el proyecto Open Heritage en Google Arts & Culture. Utilizando técnicas avanzadas de escaneo láser 3D, este proyecto ha respaldado la conservación de múltiples puntos de referencia cultural a nivel internacional. Con técnicas como LiDAR y fotogrametría, CyArk consigue generar modelos de altísima precisión que han establecido un puente entre el desarrollo digital de sitios patrimoniales y su acceso global para fines educativos y de investigación.
En paralelo, destaca también el trabajo de investigadores de la Universidad Ritsumeikan y la Universidad de Ciencia y Tecnología de Beijing, quienes han desarrollado un método innovador de extracción de bordes en 3D para mejorar la visualización de objetos escaneados. Esta técnica no solo mejora dramáticamente la representación gráfica de tales objetos, sino que elimina las limitaciones comunes en los métodos tradicionales, permitiendo a arqueólogos e historiadores realizar un análisis visual más detallado de los artefactos culturales.
Estas iniciativas demuestran que la tecnología y el patrimonio pueden convergir eficazmente, ofreciendo soluciones concretas frente a la pérdida de nuestro patrimonio material. Al digitalizar y preservar nuestra historia, no solo salvaguardamos el pasado en el presente, sino que abrimos la puerta a una nueva forma de interactuar y difundir nuestra herencia cultural a nivel mundial.