La tecnología ha jugado un papel crucial en la conservación del patrimonio cultural, como se evidenció en la restauración de la catedral de Notre Dame tras el devastador incendio de 2019. Este esfuerzo no solo fue una muestra del compromiso de Francia para con su patrimonio, sino también un ejemplo de cómo los avances tecnológicos pueden preservar e incluso resucitar monumentos históricos.
En 2015, años antes del incidente, el historiador del arte Andrew Tallon realizó un detallado escaneo láser de Notre Dame como parte de un estudio sobre la arquitectura gótica. Utilizando 12 láseres y un equipo de ingenieros, Tallon recopiló más de 46,000 imágenes y un impresionante mapa espacial constituido por más de mil millones de puntos de láser. Este mapeo descubrió detalles previamente desconocidos de la estructura, como la desalineación de las columnas en su extremo occidental.
Tras el incendio, que destruyó gran parte de la estructura incluyendo su icónica aguja, fue imperativo reconstruir la catedral con precisión. Aquí es donde la empresa de software Autodesk, en colaboración con la empresa francesa AGP, donó sus servicios para crear un modelo digital a gran escala del edificio. Utilizando escáneres estratégicamente ubicados, capturaron miles de millones de puntos que permitieron revivir Notre Dame virtualmente.
Este proceso no estuvo exento de complicaciones. La catedral, en un estado altamente inestable tras el incendio, necesitaba estructuras temporales y un escaneo continuo durante todo el proceso de reconstrucción. Al combinar nuevos escaneos láser y filmaciones aéreas con el trabajo previo de Tallon, se logró una comprensión detallada del monumento. Comparado con los métodos tradicionales de documentación, estas técnicas modernas aceleraron drásticamente el proceso.
Además de reconstruirse casi idéntica a su versión original, algunas áreas fueron modernizadas con sistemas de supresión de incendios y una iluminación optimizada. La plaza exterior de la catedral también fue rediseñada, gracias a la tecnología de visualización tridimensional apoyada por Autodesk.
Este caso ilustra cómo documentar digitalmente nuestros monumentos más preciados no solo puede ayudarnos a preservar el pasado, sino también a planificar su futuro mantenimiento. En situaciones de desastre, tener un modelo 3D puede hacer que los efectos sean menos devastadores, permitiendo que la historia continúe contándose para las generaciones venideras.