En un emocionante avance para la conservación del patrimonio cultural, la Grote Kerk de Naarden, en los Países Bajos, famosa como la «Capilla Sixtina del Norte», ha iniciado un proyecto de digitalización para revelar los secretos de sus antiguos murales en el techo. Este esfuerzo de investigación digital apunta a iluminar los misterios de larga data que rodean el origen de las obras de arte, incluyendo la identificación de los artistas y la cronología exacta de su creación.
Investigadores de varias universidades neerlandesas están colaborando para crear un modelo digital 3D detallado de la bóveda de cañón de la iglesia. Utilizando tecnología de escaneo 3D, el equipo produce réplicas digitales de alta resolución de los murales. Estos escaneos permiten a los investigadores examinar el arte con una precisión sin precedentes, revelando detalles intrincados en la pincelada y la pigmentación que son invisibles al ojo humano. Este análisis profundo podría llevar a la identificación de los artistas y proporcionar nuevos conocimientos sobre las técnicas y los materiales que utilizaron.
El proyecto tiene un doble propósito: descubrir información histórica y preservar el patrimonio cultural. Los modelos digitales actuarán como un registro permanente de las obras de arte, asegurando su preservación para las generaciones futuras y aumentando su accesibilidad a través de plataformas en línea. Antes de iniciar los esfuerzos de restauración a gran escala, los estudiantes pueden explorar y trabajar dentro de la iglesia. La tecnología permite una documentación exhaustiva de las amplias superficies pintadas, y los estudiantes están encargados de desarrollar estrategias para apoyar el proceso de restauración, como la creación de modelos digitales para probar posibles intervenciones sin riesgo de dañar la bóveda.
El proyecto cubre 700 metros cuadrados de tablones y vigas pintados. Tras la finalización de las fases de investigación y escaneo, se espera que el proceso de restauración lleve dos años y medio y requiera una inversión que supere los 2 millones de dólares. Este enfoque no solo ofrece los beneficios de la conservación tradicional, sino que también permite a los investigadores y al público acceso continuo a las obras a través de medios digitales.
A medida que avanza el proyecto, los investigadores son optimistas de que su trabajo desvelará nuevos aspectos del legado artístico de la Grote Kerk, proporcionando una comprensión más profunda de esta pieza significativa del patrimonio cultural neerlandés.