La digitalización del patrimonio cultural se ha convertido en una herramienta esencial para la conservación, promoción y desarrollo de los bienes naturales, culturales e históricos. Este proceso está enfocado en mitigar diversas problemáticas evidentes en la gestión del patrimonio al tiempo que incrementa el acceso del público a estos recursos.
Las estrategias actuales involucran no solo la digitalización de elementos patrimoniales únicos, que de otro modo serían inaccesibles para muchas personas, sino también la adopción de tecnologías avanzadas para su conservación y promoción. La digitalización permite que el patrimonio sea accesible en línea, ampliando el interés general y promoviendo el turismo y las exportaciones de soluciones digitales. En numerosos proyectos, se están implementando tecnologías coherentes para explotar las principales atracciones culturales y museos regionales.
La digitalización se ha integrado profundamente en la vida de las personas y en el desarrollo económico, aunque todavía muchos valores naturales y culturales únicos no han sido digitalizados, dificultando el acceso público. Solucionar esta situación es un desafío común en las regiones de Europa. La digitalización podría asegurar no solo la preservación, sino también la promoción y el desarrollo de este patrimonio, necesitándose la sincronización con estándares internacionales relacionados con la estructura de la información de los objetos digitalizados.
El proyecto se alinea con la prioridad de inversión en «fortalecimiento de las aplicaciones de TIC para el gobierno electrónico, el aprendizaje electrónico, la inclusión electrónica, la cultura electrónica y la salud electrónica». Sin embargo, para que la digitalización sea efectiva, es vital que las políticas aborden la mejora de la disponibilidad y el acceso a los servicios electrónicos y que se considere su potencial como herramienta de crecimiento económico regional mediante el turismo y las exportaciones de soluciones de e-servicios.
En un contexto interregional, aumentar la adopción de políticas de digitalización y preparar la implementación de las mejores prácticas es de crucial importancia. La adopción de un plan común de cooperación contribuirá al establecimiento de estándares uniformes en la digitalización masiva del patrimonio natural y cultural. Los proyectos regionales con políticas bien fundamentadas pueden mejorar la organización, explotación y gestión del patrimonio, fomentando nuevas iniciativas que directamente impactan los instrumentos políticos relacionados con el crecimiento y los programas de trabajo.
Finalmente, las estrategias regionales apuntan a mejorar la competitividad económica mediante la transferencia tecnológica e implementación de ICTs, impulsando la innovación organizacional y comercial. La digitalización es una vía no solo para preservar el pasado, sino también para integrar estos valiosos recursos en el futuro digital de Europa.
