A medida que nuevas fuentes de iluminación se van imponiendo en el mercado, como pueden ser la iluminación por tecnología LED, el veterano CRI (Color Render Index) comienza a ser puesto en cuestión y desplazado por otras métricas más precisas como el CQS (Color Quality Scale) tal y como hablaba en otros artículos “Colour Rendering Index VS Colour Quality Scale”.
La TLCI es una métrica que parte de la industria de la televisión, y aunque ha tomado un especial auge a partir de 2012, esta métrica se remonta a los estudios de W.N Sproson, un ingeniero de la BBC, allá por el año 1971.
En el 2012 la EBU (Operating Eurovision and Euroradio) retoma el proyecto a través, como no, del LED Lights Project Group, de nuevo, como una alternativa al poco representativo CRI en materia de caracterización de luz LED.
El resultado es un interesante estándar conocido como el “Television Lighting Consistency Index – 2012 and Television Luminaire Matching Factor-2013” o R137 .Además junto a la documentación pertinente se aporta un pequeño software denominado TLCI-2012 con el que realizar los cálculos a partir de información radiométrica.
El TLCI no solo es una propuesta fruto de la imprecisión que viene mostrando el CRI desde su imposición por la CIE como estándar para representar la calidad de la reproducción cromática, sino que además se plantea las características intrínsecas de la observación de imágenes en pantallas de televisión, así como las cámaras de video como observadores.
La métrica del TLCI se organiza igualmente en una escala del 0-100 correlacionada con lo que se conoce con la ITU 5-point de opiniones de coloristas, como podemos observar en el gráfico de la izquierda.
Así por ejemplo si partimos del espectro de una lámpara de luz normalizada Grafilite de luz fluorescente, he obtenido los siguientes valores:
- CRI: 94%
- CQS: 93%
- TLCI: 84%
Por lo que podemos deducir que para la TLCI la luz Grafilite se encuentra en la zona de “Good” es decir, una luminaria que nos permite lograr fácilmente colores más precisos.
Es interesante ver como entre los datos ofrecidos por las herramientas de análisis TLCI se nos ofrece una tabla con las posibles correcciones necesarias en términos de Lightness, Chroma y Hue, donde los símbolos “+” o “-“ representan los incrementos o decrementos necesarios para ajustar nuestros matices en Lightness, Chroma y para el caso del Hue, los giros en dirección de las agujas del reloj “-“ o contraria a las agujas del reloj “+”.
En este mismo panel también se nos muestra el espectro de nuestra fuente de luz en comparación con un espectro ideal para el tipo de fuente de luz analizado.
Hoy en día vemos como el clásico CRI es puesto en cuestión, una y otra vez, en particular desde el punto de vista de como describir correctamente fuentes de iluminación LED. Hay que prestar atención, que buen número de fabricantes de luminarias, o paneles de iluminación LED, son cada vez más reticentes a describir las características de sus equipos en términos de CRI, entre otras cosas porque la industria de estos paneles esta destinada a la industria del cine y video.
Un artículo recomendable sobre la historia y desarrollo de esta métrica es «Wombat Science, How Long to get a New Standard Adopted»